CEIP Sant Vicent Ferrer, un colegio educando por un mundo mejor
Lupe Marín Mas
El día 28 de marzo, se presentó en l’ Ajuntament de Llíria el libro Tres años de antaño, escrito por la maestra Genoveva Pons Rotger, un diario íntimo que cuenta sus vivencias en las cárceles donde estuvo durante la posguerra (1939- 1942).
Esa soleada mañana, el equipo de redacción del libro y las autoridades de la ciudad, acompañamos a la nieta de Genoveva, María Fernanda Triviño, a conocer el colegio.
La expectativa de la visita era considerable pues, para todos, tenía cierta carga emocional. Sobre todo, para María Fernanda, pues allí fue donde su abuela, Genoveva, estuvo dando clases durante dos cursos: 1934/1935 y 1935/1936, dejando en sus alumnas un recuerdo inolvidable.
Por eso, sabíamos que la visita iba a ser muy especial. Y, así fue.
Nos recibió la directora del centro, Inés Tomás, junto a las profesoras Sandra Ibáñez y Patricia de Nadal y pasamos al comedor, donde nos esperaban el alumnado de 5º y 6º de primaria. Tenían preparada una actividad que nos encantó.
Primero leyeron un resumen de la vida de Genoveva, con la proyección de fotografías suyas.
Hicieron una lectura perfecta, con una actitud muy correcta y dando significado a lo que leían.
La lectura acababa con un párrafo que decía: la sociedad debe educar a sus ciudadanos y ciudadanas a que su pensamiento sea libre. Deben tener, como dice la filósofa Anna Arendt, una libertad interior que les permita, ante una orden, saber elegir libremente si es justo o no cumplirla. Tener una conciencia y un pensamiento propios.
Esta idea conecta completamente con la línea pedagógica del centro y los principios dialógicos, que los alumnos y alumnas leyeron. De lo leído, una de las cosas que dijeron fue: las relaciones entre los miembros del colegio deben ser igualitarias, transformadoras, satisfactorias y libres de cualquier tipo de violencia, procurando el bienestar emocional de todas las personas.
Es decir, la educación debe servir para que los futuros ciudadanos y ciudadanas sepan actuar con conciencia y libremente.
A continuación, la directora dio paso a un turno de palabras para que los niños y las niñas comentara su visión de Genoveva. Hicieron sus intervenciones con seriedad y respeto. Fue un momento precioso.
Por último, Inés, dio paso a los adultos allí presentes. Susi Picher, emocionada, recordó a su madre, que había sido alumna de Genoveva. También intervino Roser Santòlaria, antigua maestra del centro, poniendo en valor la escuela cooperativa.
La visita a María Fernanda y a su familia les gustó mucho.
Personalmente, mis expectativas sobre la visita se cumplieron ampliamente.
Me imaginé en los años de la II República, a Genoveva con las niñas de la foto de blanco y negro, sentadas a su alrededor, en ese mismo lugar y enseñando los mismos principios.
Me recordó los nombres de Genoveva, Guillermina, Paquita…cuando un grupo de maestras y maestros republicanos luchaban para conseguir que la democracia, la igualdad y la libertad fueran igual para todo el mundo y por eso ponían tanto empeño en la educación de la infancia.
Genoveva, Guillermina, Paquita, maestras en Llíria durante esa época hubieran estado contentísimas de esta sesión matinal.
Muchas gracias al centro por su participación en el homenaje a Genoveva Pons y muchas gracias por su particular estilo pedagógico, donde se trabaja para que el futuro de nuestra ciudad, y por lo tanto del mundo, sea un lugar mejor.
POESIA DE GENOVEVA (recordando su amado colegio)
COPLEANDO
Piensa amigo cómo era
la escuela de años atrás…
Cola piscis, glicerina,
glucosa y, alguito más.
Transcurrido medio siglo,
me complace recordar
que esa era la fórmula mágica
del periódico escolar.
Nuestra prensa era la mano
y la idea, estimular
el conocimiento sano,
divulgarlo y, estudiar.
¡Cuántas cosas han pasado!
¡Cuántas más van a pasar!
En el progreso del mundo
pudimos participar.
Y, aunque parezca leyenda
satisfecho pensarás
en aquella…cola piscis,
glucosa y, alguito más.
GEDAL (Genoveva de Alfonso)