LLETRES D’HORABAIXA: “LA MIRADA DE VARGAS LLOSA A PÉREZ GALDÓS“, per Josep Mª Jordán Galduf
Hace un par de años, Javier Cercas y Antonio Muñoz Molina protagonizaron un interesante debate a raíz de la celebración del centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós (1843-1920). Mientras Muñoz Molina sostenía que el proyecto literario de Pérez Galdós estuvo a la altura de los grandes creadores narrativos de su tiempo (Balzac, Dickens, Zola, Tolstoi), Javier Cercas se mostraba bastante más comedido al respecto (confesando que no era de sus autores preferidos). Ahora acaba de publicarse un ensayo de Mario Vargas Llosa, La mirada quieta (de Pérez Galdós), en el que el escritor peruano (Nobel de Literatura 2010) se sitúa más próximo a la tesis de Muñoz Molina.
Siempre que Vargas Llosa realiza una nueva publicación, resulta de mi entero interés. No coincido plenamente con sus ideas políticas, pero admiro en gran medida su obra literaria, habiendo leído con mucho gusto buena parte de sus libros. Por lo demás, comparto con él su pasión por la democracia y la libertad, respetando a quien piensa de modo diferente y estando en constante guardia ante cualquier atisbo de intolerancia y fanatismo. A punto estuve de hacer un seminario en base a su libro La llamada de la tribu, que nos aproxima a los principales pensadores que han influido en su formación intelectual (de hecho, aún me animaría a hacerlo, en la Biblioteca o en la Escuela de Adultos, si alguien manifestara un interés en ese sentido).
En el libro que ahora acaba de publicar, Mario Vargas Llosa realiza un completo análisis de la obra de Benito Pérez Galdós (novelas, piezas de teatro, los Episodios nacionales) y lo considera en conjunto un autor esencial de la literatura española contemporánea. Es cierto que entre su extenso trabajo aparecen algunas obras de una entidad menor, pero hay grandes y admirables novelas (como Fortunata y Jacinta, Misericordia o Doña Perfecta) además de excelentes obras de teatro (como Electra o El abuelo) y magníficos relatos históricos ligados a los Episodios nacionales. Toda una serie de trabajos que ofrecen un fiel retrato de la sociedad española de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, todavía atrapada por el dominio de unas estructuras antiguas y cerradas (jerarquía social, peso de una iglesia católica sumamente conservadora) que dificultaban el progreso del país y la felicidad de sus gentes.
El libro de Vargas Llosa me ha hecho sentir una gran simpatía por ese gran escritor que fue Benito Pérez Galdós. He visto en él un trabajador incansable y con gran talento, sumamente preocupado e inquieto por los problemas sociales de España en una época en que comenzaban a despegar otros países de nuestro entorno mientras persistía en el nuestro un angustioso retraso crónico. Una atmósfera social en la que, sin embargo, iban despuntando también algunas personas (en las ciudades y el medio rural) que podían ser vectores de modernidad y humanidad (personas abiertas a los cambios sociales, curas con una visión menos dogmática de la fe) que aparecen igualmente en los libros de Galdós. Un escritor vocacional y prolífico que viajó mucho (tanto por dentro de España como por Europa) captando experiencias diversas que alimentaron su extraordinaria obra literaria. Una obra que ha constituido un espléndido legado cultural para las generaciones siguientes, las cuales le debemos por ello una inmensa gratitud.