LLETRES D’HORABAIXA: “CONSTRUIR ESPACIOS DE CONCORDIA: LECCIONES DE ADELA CORTINA“, per Josep Mª Jordán Galduf
Vivimos unos momentos difíciles en los que diferentes acontecimientos (como la guerra en Ucrania, la polarización política o el auge de los populismos) siembran muchos temores y tienden a dinamitar una buena convivencia social. Este es un tiempo en que, en lugar de dejarnos vencer por un miedo paralizante, los ciudadanos debemos escuchar las voces más sensatas que nos invitan a construir espacios de entendimiento y de concordia. Y entre estas voces, aparece la de Adela Cortina (catedrática de Ética de la Universidad de Valencia) que insta a buscar caminos de cooperación (y no de enfrentamiento) para encontrar salidas justas y viables a los problemas del presente.
Adela Cortina ha sido una gran inspiradora del Aula de Ciudadanía organizada por la Escuela de Personas Adultas de Llíria, una actividad que viene funcionando los últimos ocho cursos con el apoyo de la Corporación municipal. Como si impartiera una sesión de nuestra Aula, recogemos aquí algunas de sus principales ideas expresadas con el fin de animarnos a todos a colaborar en la construcción de una buena convivencia social. Una convivencia donde prime la confianza (frente a los intentos de manipulación) y la cordialidad (frente a la siembra de crispación).
El 24 de febrero del año pasado Putin invadió Ucrania alegando que quería “desnazificarla” y asegurando que la posible entrada de este país en la UE representaba una amenaza para la seguridad de Rusia. No quiso entablar un diálogo con Naciones Unidas y quebró todos los pactos posibles del derecho internacional. El dolor y el daño que está causando es irreparable, y el futuro resulta de lo más incierto y preocupante. ¿Cómo detener la acción aberrante emprendida por el presidente ruso y reconstruir la paz desde la justicia?
Un acontecimiento tan dramático como éste ha hecho remover el proyecto de la Unión Europea. Un proyecto que nació con el objetivo de asegurar la paz y la convivencia democrática en Europa. Si en una primera etapa el énfasis del mismo se puso en la integración económica, luego lo hizo en la unión política (dentro de ciertos límites) y más tarde en la unión de la ciudadanía (que aún es muy endeble). Por supuesto, un episodio bélico tan lamentable como el que estamos viviendo está haciendo que se estrechen los lazos entre los países de la UE, porque estamos experimentando de cerca la barbarie que representa esta guerra tan destructiva e injusta. Claro que sigue habiendo discrepancias en el seno de la UE, pero el sentido del proyecto europeo aparece hoy con más claridad que nunca para los distintos países (y estos no han dudado en ofrecer su ayuda a Ucrania). Estamos aprendiendo así a cooperar más y a establecer vínculos de mayor unidad para defender unos valores que son irrenunciables para la ciudadanía europea.
Más allá de Europa, lo que acontece nos hace más conscientes de la necesidad de avanzar en la construcción de una sociedad cosmopolita y un orden global fundamentados en la cooperación, la paz y la justicia. La profesora Adela Cortina ha hablado siempre de la exigencia de establecer una ética cívica con unos mínimos comunes de justicia (referidos a derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales). En este sentido, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (acordados en el marco de la ONU) constituyen un modelo de actuación que va en la buena dirección (sustentados en los valores del respeto, la libertad, la igualdad y la solidaridad).
En relación a nuestro país, la profesora Adela Cortina aboga por la ética del diálogo en unos momentos en que proliferan los maniqueísmos más descarados. Todos los seres humanos tenemos el mismo estatus moral e igual dignidad. Con el uso de la razón y el corazón hemos de ser capaces de lograr una mayor integración y concordia social. Por esa razón es fundamental la educación de la ciudadanía (desde la ESO a la EPA), para conocer bien las propuestas éticas y los fundamentos filosóficos que dan sentido y legitimidad a la convivencia humana. Una educación que ha de ir, por supuesto, más allá de la escuela, involucrando a las familias, a los medios de comunicación y al conjunto de la sociedad.
Entre todos debemos ser capaces de superar una sociedad dominada por los tribalismos y las polarizaciones, impulsando una ciudadanía con capacidad de discernimiento y de diálogo.
¡Magníficos, tanto Pepe Jordan como Adela Cortina!
Este artículo refleja plenamente mis sentimientos. Gracias Pepe
Sempre es fonamental ficar el dialeg com a primer compromis de qualsevol ciutata, magnific aticle